martes, 5 de febrero de 2013

Cuento ganador del 55 concurso de micros de Bubok, corregido. Comienzo obligatorio: Había terminado en un sex-shop.


Error de cálculo

Había terminado en un sex-shop por error: él creía que detrás de aquella pared había una joyería, pero cuando terminó el agujero y  pasó al otro lado le cayó encima una estantería, aporreándole con un montón de artilugios eróticos. Los policías, que llegaron al instante, alertados por un vecino, le encontraron semienterrado entre  condones, anillas, bolas chinas, y vibradores de diversos tamaños y colores. Al oír la voz: ¡Arriba las manos!, alzó el vibrador que empuñaba, con forma de pene, y apuntó con él a un policía que, asustado, instintivamente repelió el ataque, abatiéndole de un disparo.