Versión algo corregida del micro relato presentado en el concurso de bubok.
Sin que nadie se diera cuenta, fui a ocultar mi vergüenza detrás
del equipo de música. Un grupo de jóvenes bailaba en el centro de la pista,
entre ellos, mis amigos y la chica de los ojos negros que acababa de darme
calabazas. Indignado, tiré del cable de alimentación del tocadiscos y lo
arranqué de cuajo. De inmediato cesó la música y se apagó la voz de Juan Luis
Guerra, que en aquel momento cantaba: “¡Si tú no bailas conmigo prefiero no
bailar!”