lunes, 3 de marzo de 2014

El desliz

Participé con este micro en LXXXII concurso de Bubok (La frase del comienzo es obligatoria para todos)

La chica lloraba silenciosamente; frente a ella un tipo manoteaba y gritaba enfurecido:
-¡Insensata! ¡Traidora! ¡Me has defraudado y ya no podré volver a confiar en ti!

Ella lloraba, sabiendo que su llanto silencioso acabaría por ablandarle y lograría que le perdonara su desliz. Unos días antes, los dos habían prometido no volver a probar aquel maldito refresco de cola en cuya producción él mismo había participado hasta que le despidieron, pero aquella tarde en el bar, al ver en manos de sus amigas las hermosas latas de color rojo, había sido incapaz de resistir la tentación.

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